Los caracoles cocinados los preparamos para ser conservados en las mejores condiciones posibles y los envasamos sin perjudicar la calidad y el sabor del caracol.
Los caracoles refrigerados tienen una duración de 40 días en la nevera. En este formato, ofrecemos dos tamaños de bolsas: 180 y 400 g peso neto.
Selección y limpieza
Se hace una primera selección para descartar los caracoles rotos, los que son demasiado pequeños o demasiado grandes.
Primeramente se supervisa la calidad y se descartan los tornillos no aptos para la cocción.
Se selecciona el caracol en el tamaño medio de entre 4 y 6 g.
Una vez elegidos se someten a un cuidadoso lavado para limpiar y despertar el caracol.
Cocción
La cocción se hace con aceite de girasol, especias, plantas aromáticas y agua con sal durante unos 90 minutos.
Una vez finalizada la cocción, el caracol se separa del líquido y se enfrían rápidamente para mejorar y conservar sus cualidades organolépticas así como poder obtener una mejor conservación.
Envasado
Con el caracol perfectamente cocinado y frío, se hace el envasado en contenedores de celulosa y en una bolsa transparente para envasar al vacío con atmósfera controlada.
En estas condiciones se mejora su durabilidad sin perjudicar la calidad y el sabor del caracol.